Guías didácticas:
- Puede optar por completar este tema en una sesión.
- El objetivo de esta clase es ayudar a los buscadores de la verdad a comprender el propósito y el significado del sábado y el hecho de que el sábado es el día de reposo. Además, queremos animarlos a guardar el mandamiento recordando el sábado.
Diapositivas de presentación:
▶️ Diapositivas sobre el sábado para usar en clase
La importancia del sábado
En la Verdadera Iglesia de Jesús, guardamos el sábado porque es el día de reposo.
¿Qué es el sábado?
El sábado es un día especial de la semana y fue Dios quien separó este día durante la creación.
Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”. (Génesis 2:3)
Dios, al bendecir y santificar el séptimo día, hace que este día sea diferente de los otros días de la semana.
La palabra sábado (שַׁבָּת en hebreo) significa reposo. Dios mismo reposó después de haber terminado de crear el mundo. Él quería que el hombre también tuviera un día en el cual pusiera a un lado el trabajo y pudiera descansar, tal como lo hizo Él.
¿Qué quiere Dios que hagamos en este día?
Dios incluyó el sábado en los Diez Mandamientos para que no olvidemos de ese día y sepamos lo importante que es guardarlo. De hecho, el cuarto mandamiento sobre el sábado es el más largo de entre los Diez Mandamientos. Dios da detalles para explicarnos el origen y la forma de guardarlo.
“Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo (Aquí equivale a sábado) para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó”. (Éxodo 20:8-11)
Santificarlo
Primero, debemos santificar este día, porque Dios mismo lo bendijo y lo santificó.
¿Cómo santificamos el día sábado? No haciendo obra alguna en el día sábado. Tal como Dios tuvo seis días para completar la obra de la creación, nosotros como humanos también tenemos seis días para hacer nuestros trabajos.
Entonces, el séptimo día es “de reposo para Jehová tu Dios”, lo que significa que este día le pertenece a Dios. Este día es de Dios y es por ello que debemos tomarlo como suyo y no nuestro. En este día, por más ocupados que estemos, debemos descansar dejando nuestro trabajo. De esta forma, cambiamos nuestro enfoque de nosotros mismos a Dios. Al no andar en nuestros propios caminos y al no hacer nuestras propias cosas, estamos honrando este día bendecido por Dios.
Recordar su redención
¿Qué más quiere Dios que recordemos sobre el sábado?
Dios también nos dio el sábado para que recordemos su salvación y redención.
“Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo (Aquí equivale a sábado)”. (Deuteronomio 5:15)
Los israelitas fueron una vez esclavos, pero por el poder y el amor de Dios, Él los sacó de la esclavitud y los llevó a una vida de libertad. Hoy, para nosotros, éste sigue siendo un día para que recordemos cómo Dios nos ha liberado de la esclavitud, de una vida de pecado y sufrimiento. Nosotros fuimos redimidos en su amor, y solo por esta razón pudimos recibir la identidad especial de ser sus hijos amados.
Un pacto
El sábado sirve como señal de esa relación especial entre Dios y su pueblo, como lo dice en Isaías 56:6-7:
“Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo (Aquí equivale a sábado) para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos”.
Aquí, guardar el sábado equivale a aferrarse a su pacto. A los que están en este pacto, Dios les promete lo siguiente: llevarlos al lugar donde Él está, darles gozo y aceptar sus ofrendas.
Por lo tanto, si valoramos esta relación íntima con Dios y deseamos ser aceptables ante Él, entonces estaremos aferrados a este pacto guardando el sábado.
Conclusión
Es por estas razones que nos reunimos en este día santo y especial para adorar a Dios y recordar cuán precioso es ser llamado y redimido por Dios.
¿Cuándo es el día de reposo?
El día de reposo fue establecido en la creación cuando Dios bendijo y santificó ese día. En nueve pasajes bíblicos se afirma claramente que el séptimo día es el día de reposo. En Génesis 2:1-3, se menciona tres veces el séptimo día. Por lo tanto, está claro que el día de reposo es el séptimo día, pero ¿qué día de la semana es el séptimo día?
¿Cómo sabemos que el séptimo día es el sábado?
Además de fijarnos en el calendario, hay varias formas de saber que el séptimo día es el sábado. En más de 21 idiomas, como el ruso, el español, el italiano, el indonesio y el griego, la palabra para el séptimo día se deriva de Sabbat que significa reposo. Por ejemplo, en español, la palabra para el séptimo día es "sábado". Cuando los centenares de idiomas se originaron hace mucho, mucho tiempo, el sábado fue reconocido como el día de reposo y se le dio el nombre del mismo día.
Los judíos han guardado el día de reposo como un día especial desde cuando recibieron el mandamiento. Ellos saben en qué día cae el día de reposo porque Dios les señaló el día específico cuando estaban en el desierto.
Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo (Aquí equivale a sábado), el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, (Éxodo 16:23-24a)
Estaba claro que los hijos de Israel sabían el día exacto del día de reposo porque Dios les dijo directamente que mañana sería el santo día de reposo. En consecuencia, el pueblo hizo lo que Dios les ordenó y guardó ese día como corresponde.
Hasta el día de hoy, los judíos son cuidadosos en todos los aspectos de la observancia del día de reposo. Observan desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado. Jesús mismo también confirmó que el día de reposo es el sábado, porque él observaba el mismo día que los judíos lo guardaban.
Si el día de reposo es el sábado, ¿por qué muchos cristianos adoran los domingos?
En la historia, podemos ver que el día original de adoración fue cambiado gradualmente del sábado al domingo.
Cuando los libros del Nuevo Testamento fueron escritos, Jesús y sus seguidores observaban el sábado.
Luego, algunos líderes cristianos abogaron por celebrar el culto el domingo para conmemorar el hecho de que Jesús resucitó el domingo, al que se referían como el día del Señor. Podemos ver esto en los escritos de Ignacio:
Y después de la observancia del sábado, que todo amigo de Cristo guarde el Día del Señor como una fiesta, el día de la resurrección, la reina y el jefe de todos los días (Epístola a los Magnesios, cap. 9).
Podemos ver que, aunque la práctica de observar el sábado aún permanecía, a los cristianos también se les animaba a guardar el domingo.
Justino Mártir, un filósofo cristiano del siglo II, adoptó una postura aún más firme y abogó por la abolición de la observancia del sábado. Él escribió lo siguiente:
Porque si antes de Abraham no había necesidad de la circuncisión, ni antes de Moisés del sábado, de las fiestas ni de las ofrendas, tampoco la hay ahora… (“Diálogo de Justino con Trifón, un judío”, 23. 3)
Si bien hay evidencia de que ciertos grupos cristianos continuaron guardando el sábado hasta el siglo IV, con el tiempo, el culto dominical se volvió dominante en el cristianismo.
En el año 321 d.C., Constantino legisló que el domingo debería ser un día de descanso para todos los ciudadanos del imperio romano.
En el venerable Día del Sol, que descansen los magistrados y los habitantes de las ciudades y que se cierren todos los talleres. (Códice Justiniano, libro 3, tit 12, 3)
Sin embargo, era posible que la legislación de Constantino no hubiera estado vinculada al cristianismo, ya que usó el término pagano, “el venerable Día del Sol”, para referirse al domingo.
Luego, en el Concilio de Laodicea en el año 364 d.C., las resoluciones prohibieron a los cristianos descansar el sábado. Se reconocía el sábado, pero el clero de la iglesia declaró que cualquiera que observara el sábado sería maldecido. El hecho de que tuvieran la necesidad de tal proclamación muestra que algunos cristianos de esa época aún guardaban el sábado.
Conclusión
Pocos estarían en desacuerdo con que el día de reposo sea el sábado. La historia nos muestra que el día sábado no está en cuestión, sino que el hombre cambió la observancia del sábado por el culto dominical. Pero, Dios nunca ordenó conmemorar la resurrección en el domingo en lugar del sábado.
El mandamiento de Dios de guardar el sábado
¿El sábado es sólo para los israelitas? Hoy en día, como cristianos, ¿tenemos que guardar el sábado?
¿Por qué los cristianos tienen que guardar el sábado?
El sábado se aplica a toda la humanidad porque Dios lo instituyó en la creación. Después de que Dios terminó su obra de la creación, separó el séptimo día como día de reposo y lo bendijo. Esto fue antes de que existiera la nación judía.
Además, debemos guardar el sábado porque Dios lo ordena claramente. En la Biblia, se describe siete seves el sábado como “un mandato” de Dios. Dios le da mucha importancia a la observancia del sábado. Cada vez que la gente se olvidaba y dejaba de guardarlo, Él se lo recordaba. Uno de los ejemplos está registrado en Jeremías 17:22:
“Ni saquéis carga de vuestras casas en el día de reposo (Aquí equivale a sábado), ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el día de reposo (Aquí equivale a sábado), como mandé a vuestros padres”.
De todos los mandamientos de la Biblia, guardar el sábado está incluido en los Diez Mandamientos que Dios escribió con su propio dedo.
Jesús afirmó que es necesario guardar los Diez Mandamientos para poder recibir la vida eterna. Él mencionó cinco de los Diez Mandamientos como ejemplos de lo que uno debe hacer para entrar al reino de los cielos. En Mateo 15:4, también citó el quinto mandamiento, enseñándonos que honrar a nuestro padre y a nuestra madre es un mandamiento de Dios.
Está claro que Jesús cumplió los Diez Mandamientos. Es por ello que los creyentes de Jesús también deben guardar el mandamiento del sábado.
Jesús y el sábado
Jesús mismo guardó el sábado. En Lucas 4:16, Jesús entró en la sinagoga en el día de reposo “conforme a su costumbre”. A través de sus acciones, Él nos dejó el ejemplo de guardar el sábado. Como seguidores de Jesús, debemos guardar el sábado.
Jesús no sólo guardó el sábado, sino que también proclamó que Él es el Señor del sábado. En Mateo 12:8, Él dice:
“Porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo (Aquí equivale a sábado)”.
Esto muestra que Jesús reconoce y valida la importancia del sábado, ya que Jesús sólo puede ser Señor de lo que aún está vigente y es relevante.
Jesús también dijo que el sábado fue hecho por causa del hombre. En Marcos 2:27, Jesús le dijo al pueblo:
“También les dijo: El día de reposo (Aquí equivale a sábado) fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo (Aquí equivale a sábado)”.
Dado que el sábado fue instituido para el beneficio del hombre, mientras exista el hombre, permanece aplicable y necesario.
Los discípulos de Jesús y el sábado
¿Cómo actuaron los seguidores de Jesús en cuanto al sábado?
Cuando Jesús murió en la cruz, fue un momento de extrema tristeza para sus seguidores, pero ellos no quebrantaron el sábado, incluso por la sepultura de Jesús.
Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo (Aquí equivale a sábado). Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo (Aquí equivale a sábado), conforme al mandamiento. (Lucas 23:54-56)
El autor del libro de Lucas, así como los seguidores de Jesús descritos aquí, vieron al sábado como un mandamiento que debía guardarse. Es por ello que cuando comenzó el sábado, estas mujeres descansaron de los preparativos para la sepultura.
Pablo, que se hizo discípulo después de la muerte de Jesús, siguió el ejemplo de Jesús. Aunque su ministerio era para los no judíos, Pablo guardaba el sábado. Hechos 17:2 dice que Pablo, “como acostumbraba”, fue a la sinagoga por tres días de reposo. Esta es la frase exacta para describir a Pablo. No hay ningún registro donde figure que Pablo observaba el día de la resurrección.
Además, las cartas de Pablo también enseñan que es necesario guardar los Diez Mandamientos. Al igual que Jesús, Pablo citó el quinto mandamiento, en Efesios 6:1-4, que los hijos deben obedecer a sus padres, explicando que “Honrar a tu padre y a tu madre” es el primer mandamiento con promesa. La carta de Pablo estaba dirigida a la iglesia de Éfeso, la cual estaba formada en su mayoría por no judíos. De modo que los cristianos no judíos también debían guardar los Diez Mandamientos.
Conclusión
No hay evidencia bíblica de que el mandamiento del sábado haya sido alguna vez abolido. Más bien, Jesús y los discípulos mismos guardaron el sábado y reforzaron los Diez Mandamientos en sus enseñanzas. Por lo tanto, el sábado sigue vigente.
Las bendiciones al guardar el sábado
Aunque guardar el sábado es un mandamiento, Dios no quiere que lo veamos como una obligación. La intención de Dios era que el sábado fuera una bendición y un gozo para el hombre. Dios instituyó el sábado por el bien del hombre, para que el sábado fuera una bendición para nosotros. Al guardar el sábado, recibimos beneficios y bendiciones de Dios.
Conocer a Dios
A pesar de que Dios es todopoderoso y está muy por encima de nosotros, Él crea una forma para que nosotros, como su pueblo, podamos entender quién es Él.
“Y santificad mis días de reposo (Aquí equivale a sábado), y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios”. (Ezequiel 20:20)
Esto va más allá del mero conocimiento de Dios. Conocer a Dios es tener una verdadera relación con Él, en la que Él reconoce que es nuestro Dios. Es encontrar favor ante sus ojos. El sábado sirve como señal entre nosotros y Él como nuestro Dios, para que podamos estar seguros de su relación con nosotros.
Dios tomó la iniciativa al darnos el sábado. Somos benditos porque Él actuó primero para darnos algo bueno y guiarnos hacia Él, antes de que nosotros lo conociéramos o hiciéramos algo por Él. El sábado es una señal del gran privilegio de tener una relación personal con Dios. Es por esta razón que Dios pone énfasis en la importancia del sábado en Éxodo 31:13:
“Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo (Aquí equivale a sábado); porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico”.
Dios dijo que “en verdad” guardáremos el sábado con el propósito de saber que Dios es quien nos santifica. Tal como Dios separó el día de reposo para que fuera especial, Dios también es quien nos santifica y nos separa del resto. No fuimos nosotros los que escogimos a Dios sino que fue Él quien nos escogió. Por su gran amor somos parte de esta preciosa relación.
Todos fuimos una vez extranjeros para Dios, pero ahora estamos unidos a Él mediante la observancia del sábado.
Guardar el sábado nos ayuda a recordar que, entre tantos hombres que existen en este mundo, Él nos escogió para ser su pueblo amado. Nuestra santificación sólo es posible a través del proceso de la redención. Gracias a su redención, fuimos liberados del pecado y del “viejo yo” y se nos dio gratuitamente una nueva vida y una nueva identidad que no ganamos ni merecemos.
Ver la providencia de Dios a través del descanso
El día de repaso es una bendición de Dios para todos, tanto para el rey, para los siervos como para los animales. Esto muestra que Dios se preocupa por todos por igual. En Éxodo 23:12, Dios dice que este reposo es para que seamos renovados. En el día de reposo, cuando cesamos de nuestros trabajos y de nuestras propias obras, recibimos descanso físico y mental. Dios dijo que el descanso sabático debía guardarse todas las semanas, independientemente de si la gente estaba o no en una temporada ocupada, ya fuera durante la época de siembra o de cosecha (Éxodo 34:21).
Sin embargo, Dios no quiere que nos preocupemos por nuestras necesidades diarias porque dejamos de lado nuestros trabajos en el día de reposo. Él promete proveer para nuestras necesidades diarias.
De hecho, la primera vez que en la Biblia se menciona la palabra “sábado” es en Éxodo 16, cuando Dios les dijo a los israelitas que no recogieran comida los sábados. Dios les dijo que lo que recogieran el día anterior, o sea el sexto día, les bastaría para dos días. Esto fue para mostrar que Dios no solo deseaba darle al hombre el sábado, sino que también proveería para sus necesidades.
Si tenemos la fe para descansar en el sábado, dejando de lado nuestros propios trabajos, entonces podremos recibir las bendiciones que Él desea darnos según lo registrado en Isaías 58:13-14:
“Si retrajeres del día de reposo (Aquí equivale a sábado) tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado”.
A los que honran el sábado, les llegarán las bendiciones que Dios mismo prometió con su propia boca. Él los hará subir sobre las alturas de la tierra y les dará a comer la heredad de Jacob.
Deuteronomio 32:13 nos dice que subir sobre las alturas de la tierra representa la providencia de Dios para nuestras necesidades diarias. En los momentos difíciles de nuestras vidas, no seremos abandonados ni pasados por alto. Él nos proveerá mostrando su gran cuidado por nosotros. Él no sólo ve, sino que también actuará para ayudarnos. Aunque pasemos por tiempos difíciles, su cuidado no se apartará de nosotros. El Dios que hace todo y tiene todo bajo su control estará siempre atento de nosotros, como una madre que cría a su hijo.
Conclusión
Por todas las bendiciones que recibimos física y espiritualmente, el sábado será de gran gozo para nosotros. Si tomamos al sábado como “un deleite”, entonces encontraremos nuestro “deleite en el Señor”. El gozo que recibiremos vendrá de Él. De esta manera, podremos guardar el sábado con un corazón agradecido por todas las maravillosas obras que Él ha hecho en nuestras vidas.
Preguntas y respuestas frecuentes
- ¿Por qué la mayoría de los demás cristianos adoran el domingo? [12.5] [12.11-12.13]
- ¿El sábado es sólo para los israelitas? [12.6-12.7]
- ¿Qué es “el día del Señor”? [12.14]
- ¿No puedo guardar el sábado en el día que me plazca? [12.15]
Respuestas (Preguntas y respuestas, Capítulo 12: El sábado)